lunes, 25 de septiembre de 2017

PROPORCIONAR INVARIABILIDAD Y RUTINA MIENTAS SE VIVE EN UN ENTORNO DESCONOCIDO.

Autoría: Judy Endow. Autista, terapeuta y madre de autista; conferenciante y autora de libros sobre autismo. Ha sido miembro de organismos tales como Autism Society of America.

Traducción de Bits desde el Espectro

Texto original en inglés, aquí.  





     Muches niñes con necesidades especiales necesitan un entorno con un alto grado de predictibilidad, invariabilidad y rutina para estar bien. Después de un desastre natural, la vida se centra en conseguir aquello que nuestres hijes necesitan para salir adelante. A veces, familias enteras, barrios o comunidades, se encuentran en medio de la confusión, el caos y el cambio; y lo seguirán estando durante algún tiempo. Devolver la invariabilidad y la rutina a la vida de menores de quienes eres responsable, tan pronto como puedas, será útil. ¿Cómo puedes hacer eso cuando no tienes ni idea de lo que la vida os traerá a tí y a tu familia en los días venideros?. Aquí presento una estrategia simple que puede ser usada de muchos modos diferentes:
 


                   Delimita el espacio visualmente 
                  y marca  las  pertenencias.



      Marca de modo visible las pertenencias de le niñe. Puedes hacerlo con cinta adhesiva, pegatinas o con rotulador lavable. Cuando todo es nuevo y, de pronto, los espacios que se habitan son compartidos, se vuelve difícil para la infancia comprender los límites. Yo, cuando pasé tiempo en un albergue, llevé un rollo de cinta adhesiva alrededor de mi muñeca durante varios días. Lo usé de diversos modos. Mientras más lo usaba, más comprendían mis hijes que la cinta significaba “esto me pertenece” o “es aquí donde puedo estar”.

 

Delimita el espacio visualmente:
  • Pega cinta adhesiva en el suelo para establecer las fronteras del espacio en el que duerme tu familia, el lugar de juegos, etc.
  • Coloca una manta o una sábana en el suelo para establecer de modo visual un espacio para el juego o los deberes (tareas escolares). Así, aunque el lugar de juego o de hacer los deberes cambien, la manta y la sábana serán una constante.
  • Yo pegaba cinta adhesiva en las sillas en las que mis hijes se sentaban para comer – la silla siempre era una silla diferente y estaba en un lugar diferente, pero pegarle un trozo de cinta antes de que se sentaran, delimitaba visualmente el espacio y proporcionaba invariabilidad y rutina.
  • Une niñe estaba tan desorganizade, que fue necesario poner cinta en su plato y en su vaso para que pudiera comer y beber.
  • Si usar cuartos de aseo desconocidos es un problema, usa una bacinica. Ponle cinta adhesiva si es necesario. Sería muy bueno que pudieras usar la bacinica en el cuarto de aseo, pero, en realidad, es más importante que tu hije use la bacinica que el lugar donde la use.

 

Marca las pertenencias visualmente:

  • A corto plazo, mantener la hidratación es más importante que consumir alimento sólido. Si se distribuye agua embotellada, intenta conseguir media docena de las mismas botellas para tenerlas guardadas, pues puede que cada día el tipo de botella disponible cambie. Señala las botellas con pegatinas, rotulador o cinta adhesiva. Cuando las botellas estén vacías, puedes rellenarlas con agua proveniente de botellas diferentes, si es necesario, para que tu hije pueda aceptarla como algo que le pertenece y facilitar que mantenga la hidratación adecuada.
  • Puede que les niñes se tengan que acostumbrar de golpe al cambio de toda su ropa. A la hora de seleccionar la ropa de entre la que se ponga a tu disposición, será útil elegir las texturas más suaves (con frecuencia, la ropa de segunda mano es más gentil a la piel sensible que la nueva). Si el cambio de pijama a ropa de día es un problema, es buena idea tener chándales para el tiempo frío y  conjuntos de camiseta y pantalón corto para el tiempo cálido, de tal modo que estas prendas sirvan tanto de pijama como de ropa de día, y le niñe no tenga así que cambiar de prenda.
  • Muchas veces se dona ropa nueva a los albergues y refugios. Cuando sea posible, elige varios modelos de la misma prenda para tu hije. De este modo, tendrá varias mudas, pero el modelo será exactamente igual. Si consigues el mismo modelo en diferentes colores, aún puede ser útil, pues la sensación al usar las diferentes prendas será la misma. Los chándales y los conjuntos de camiseta y pantalones cortos, pueden convertirse en pijamas en las semanas siguientes, a medida que vayas introduciendo nuevos modelos para usar durante el día.
  • Si tu hije se ha acostumbrado ya a tener sus cosas marcadas con cinta adhesiva o rotuladores, puedes marcar su ropa para que sienta que usa lo que le pertenece. Estas marcas se pueden poner en el dobladillo delantero interior, o, si es necesario, en el exterior, para que esté visible sin necesidad de dar vuelta al dobladillo. Pon la misma marca en el mismo lugar en todas las prendas.
  • Cuando tu hije reciba juguetes, libros o utensilios de cuidado personal, tales como un cepillo de dientes o un peine, puedes marcarlos también para indicar de modo visual que le pertenecen.
 
La predictibilidad y la rutina ayudan a tu hije a dar sentido al caos. 
     Éstas son tan sólo algunas ideas para que empieces a devolver a tu hije algo de predictibilidad, invariablidad y rutina, incluso cuando, en realidad, parezca que la vida diaria carece de ancla. Delimitar visualmente los espacios y marcar las pertenencias puede ayudar a tu hije a dar sentido a la confusión y al caos que siguen a una desastre natural.

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